Llegaste a Estados Unidos buscando mejores oportunidades para tu familia, para salir adelante y para que el futuro de tus hijos sea mejor que el que podrías ofrecerles en tu país. Y aunque ya estás aquí, la lucha por el sueño americano no ha terminado. Regularizar tu estatus migratorio requiere un camino largo, lleno de trámites y requisitos que debes conocer bien para evitar caer en las redes de personas malintencionadas. Conoce también qué hacer cuándo te estafan con un auto en nuestro blog.

Nos referimos a las estafas de migración. Sufrir un fraude en un trámite migratorio podría hacerte perder mucho más que dinero, por ejemplo, puedes tener graves consecuencias de inmigración e incluso padecer el peligroso y molesto robo de identidad, con el que los delincuentes financieros podrían vaciar tus cuentas y contratar deudas a tu nombre.

Lamentablemente, los inmigrantes son el blanco perfecto para los estafadores. Ya sea porque se trata de personas ansiosas por el proceso de inmigración, porque tienen muchas dudas sobre si califican o no para obtener tarjetas de residencia o cualquier otro tipo de visa, porque no están familiarizados con la forma en que trabaja el gobierno de los Estados Unidos, o simplemente porque no hablan por completo el idioma inglés, los defraudadores migratorios aprovechan cualquier debilidad para atacar.

¡Que no te pase! Cuando la seguridad, la estabilidad financiera y sobre todo la integridad tuya y de tus seres queridos están en juego, vale la pena extremar las precauciones y mantenerse alerta. Te decimos cuáles son las estafas a inmigrantes más comunes y cómo puedes evitarlas:

Notarios haciéndose pasar por abogados: Aprovechándose de la confusión en la que pueden caer los inmigrantes, los estafadores se anuncian como notarios o notarios públicos para que quienes necesitan asesoría confíen en ellos, sin saber que mientras en América Latina un notario puede ejercer como abogado, en Estados Unidos es simplemente una persona con licencia para atestiguar firmas. En la mayoría de los casos, esta gente sin ética ni siquiera tiene formación legal para realizar este tipo de trámites. Su forma de operar consiste en ofrecer ayuda a los inmigrantes para presentar su documentación ante el gobierno, a cambio de importantes sumas de dinero por sus “honorarios”, para después no presentar los papeles ni buscar beneficio para sus clientes, a quienes a fin de cuentas les dicen simplemente que “no son elegibles” como respuesta. ¡Sácales la vuelta! Cuando necesites ayuda, busca a abogados con licencia y, principalmente, con buena reputación. Para comprobarlo, revisa que estén habilitados para ejercer la abogacía en al menos un estado, y que no aparezcan en la lista de mala conducta del Departamento de Justicia.

Falsos representantes del gobierno: Ten cuidado con las personas y los sitios web que fingen ser de agencias gubernamentales, generalmente de USCIS o del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Para hacerse pasar por un funcionario, los estafadores generalmente llaman, envían un correo electrónico e incluso están los más osados que se atreven a visitar a las víctimas para decirles que su estado migratorio presenta problemas. Luego, les ofrecen ayuda para arreglar esos inconvenientes, que ellos se las pueden ofrecer pero, claro, a cambio del pago de sus servicios. Después, son capaces de amenazar y extorsionar a los inmigrantes, diciéndoles que si no cubren el pago la solicitud de su visa será denegada, o los atormentan con la idea de una posible deportación. Pero, ahí no acaba todo. Mientras intentan obtener el dinero de sus víctimas, también guardan su información personal, por ejemplo sus nombres, fechas de nacimiento, números de seguro social y direcciones; todo lo necesario para robar su identidad y acceder a sus cuentas de banco, contratar deudas e incluso, usurpándolos para cometer delitos.

¡Ten cuidado! Afortunadamente, detectar estafas de inmigración no es demasiado difícil una vez que sabes exactamente qué buscar y en qué fijarte. Estas son algunas de las principales señales de que estás tratando con un estafador:

Las cosas son “demasiado bellas” para ser verdad: Si hasta ahora todos los abogados te han dicho que no calificas para obtener la Green Card, pero el susodicho en cuestión te dice que puedes tenerla sin problema (Claro, siempre y cuando le pagues para que lleve tu “trámite”), podría ser una estafa. Otro acto igual de fraudulento es la promesa de olvidarte de la posibilidad de ser deportado pagando una tarifa a los funcionarios de ICE.

Te ofrecen garantías: En general, deberías dudar seriamente contratar los servicios de alguien que te ofrece la garantía de un resultado en específico sobre tu trámite, sea cual sea. Los buenos abogados y representantes de inmigración saben que cada caso es único y que no pueden comprometerse a que el solicitante tendrá los resultados o los beneficios que espera.

Te hacen demasiadas promesas: Tampoco confíes en alguien que no es capaz de explicarte cuáles son los criterios y el proceso de elegibilidad al que tu caso será sometido. Puedes identificar a los estafadores cuando prometen resolver tu asunto solicitando información o documentos sin explicarte cómo funciona el proceso o por qué deberías aplicar.

Se comunican de formas extrañas: Recuerda que cualquier sitio web o dirección de correo electrónico oficial del gobierno siempre debe terminar en .gov; si no es así, y el sitio web o el correo electrónico afirman ser del gobierno, lo más probable es que sea una estafa. Además, ten esto por seguro: Las autoridades nunca te llamarán para solicitar información sobre tu caso, ni te pedirán que pagues tarifas a través de PayPal, Western Union y ninguna otra forma poco institucional.

¿Has sido víctima o sospechas que un estafador se ha comunicado contigo? ¡No lo dudes! Infórmalo a las autoridades de tu estado. Si recibes un correo electrónico sospechoso no lo respondas, simplemente reenvíalo al webmaster de USCIS para que puedan investigar al respecto y evitar que los estafadores se dirijan a otras posibles víctimas.

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