Hoy en día cada vez circulan más autos con aplicaciones y dispositivos inteligentes conectados a la red. Pero con todas las maravillas de ventajas que ofrecen, nos olvidemos de los riesgos que esto implica y los ataques cibernéticos son uno de estos.

Desafortunadamente son cada vez más frecuentes en la industria automotriz, misma que podría enfrentar peligros particularmente significativos.

Los ataques en el espacio automotriz pueden afectar a los fabricantes de automóviles, las flotas de autos y los consumidores por igual. Reducir estos riesgos será crucial a medida que más ciberdelincuentes buscan capitalizar las vulnerabilidades del sector.

Paralelamente a la velocidad a la que aparecen nuevos carros con sofisticadas tecnología, por lo tanto, el riesgo de recibir ciberataques es mayor.

El ciberdelincuente puede usar el sistema Bluetooth para que, cuando se vinculen el teléfono y el vehículo, pueda obtener tus datos e información personal, emplearlo para conocer tu posición y espiarte, acosarte o suplantar tu identidad.

Incluso puede atacar el e-call (o sistema de llamada de emergencia) para evitar que te asistan en caso de accidente.

Además, el atacante puede activar o desactivar los airbags, tomar el control de la dirección y los frenos para provocar un accidente o proporcionar información falsa a través del GPS o del sistema RDS de la radio.

Dispositivos más atacados del auto
El “keyless” permite acceder y arrancar un automóvil sin necesidad de sacar la llave del bolsillo o bolso, para robar el vehículo o lo que haya en su interior. Otro punto que preocupa son los ciberataques a las estaciones de carga de vehículos eléctricos, que deriva en el robo de información, suplantamiento o incluso provocar averías.

Cómo protegerte

  • No existe el auto 100 % inmune. Dependiendo del grado de digitalización de nuestro automóvil, este será más o menos vulnerable, por lo que la única forma de evitar algún ataque es estar pendiente de todos los sistemas y verificar que funcionan como debiesen.
  • Software actualizado. La mayoría de las veces, las actualizaciones se lanzan para cubrir brechas de ciberseguridad. Si mantienes el software de tu coche actualizado con las versiones proporcionadas por el fabricante, correrás menos riesgos de ser hackeado.
  • Escanear antes de conectar. Los dispositivos USB son los “caballos de troya” más comunes en el momento de instalar un software malicioso. Por eso es indispensable pasar el antivirus hacia cualquier dispositivo USB antes de conectarlo al coche.
  • Apagar las funciones de conectividad. Todas las conexiones son puertas de entrada y salida para elementos maliciosos. Por eso, desconecta el Wi-Fi y el Bluetooth cuando no lo uses, así como no olvidarte de controlar a quién ofreces (que lo más seguro es no hacerlo) los servicios de conectividad del coche.
  • Tener cuidado con las descargas. Nuestros teléfonos móviles están asumiendo cada vez más funciones que antes cumplían otros dispositivos. Vigila siempre qué programas y aplicaciones descargas, pues una de ellas podría ser un infiltrado para conseguir el control de tu auto.
  • Vigilar las llaves. Las llaves más modernas permiten controlar varias de funciones del coche y también pueden copiar tu señal, cuando apretamos el botón para abrir o cerrar las puertas. En sitios que no consideres seguros, mejor abre y cierra el carro con la llave física de forma manual.
  • Proteger el mando. Hay bolsas especializadas que impiden acceder a la señal del mando y evitarán que alguien nos la duplique por “accidente”.
  • Prestar atención al puerto OBD2. Este es el puerto de comunicaciones que permite diagnosticar, programar o codificar múltiples dispositivos electrónicos. Es muy importante saber dónde está y qué hay conectado al OBD2, puesto que es una puerta muy tentadora para los cibercriminales.

La seguridad automotriz también significa remediar vulnerabilidades en los propios vehículos.

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) describe varios métodos de protección para los automóviles “conectados”, que incluyen:

  1. Un proceso de identificación y protección basado en riesgos para sistemas de vehículos críticos para la seguridad de los pasajeros.
  2. Sistemas de detección y respuesta rápida.
  3. Los sistemas internos de los automóviles conectados deben parecerse a otras redes comerciales.
  4. Los sistemas de detección de intrusos deben buscar anomalías y aislar cualquier sistema potencialmente afectado.
  5. Los sistemas críticos deben poder funcionar independientemente de las funciones conectadas para que esto funcione en el contexto de un vehículo.
  6. El cifrado de datos y la verificación de actualizaciones de “firmware'' también son importantes.
  7. Proteger las flotas de vehículos corporativos es otra parte crucial de la ciberseguridad automotriz. Las empresas y sus socios de seguridad deben proteger los sistemas telemáticos de sus vehículos.

En conclusión, los procesos de fabricación, los automóviles conectados y los sistemas telemáticos deben adoptar mejores prácticas de seguridad. Podría costar millones en daños e incluso poner en peligro vidas humanas si no lo hacen.

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