Siguiendo la lógica de tu abuelita que de niño te abrigaba a más no poder sólo porque ella tenía frío, calentar durante varios minutos el motor del auto antes de ponerte a manejar durante el invierno parece tener sentido, ¿No? Sobre todo porque si tu necesitas cuidarte del clima cubriéndote de pies a cabeza, también deberías proteger al sistema del auto de un posible congelamiento o de daños que lo puedan llevar directamente hasta el taller.

Pero, ¿Sabías que calentar el carro en los días más fríos antes de manejar podría estar haciéndole más daño que bien?

Lamentamos romper uno de los más grandes mitos de la mecánica, sobre todo porque, seguramente, este es un hábito que heredaste de tu abuelo, de tu padre o de tus hermanos, pero es mejor que lo sepas: hacerlo es realmente terrible para el motor.

Esto tiene que ver con la forma en la que funcionan los motores de combustión interna de los autos de modelos más recientes y modernos. Cuando dejas el carro encendido durante unos minutos para calentarse, en realidad estás permitiendo que llegue más combustible del necesario a la cámara de combustión y a las paredes de los cilindros. Justo ahí es donde las cosas podrían complicarse, pues la gasolina puede disolver el aceite que los lubrica y colapsarlos en poco tiempo.

En este punto probablemente te preguntas: Si calentar el automóvil en invierno es tan terrible para el motor, ¿Por qué la gente lo ha hecho durante décadas, y algunos siguen haciéndolo? La respuesta es sencilla. Antes se usaban carros con carburadores que, para tener el rendimiento esperado, necesitaban calentarse antes de salir a rodar.

Los autos actuales usan sistemas de inyección de combustible, sistemas eléctricos o sistemas híbridos; ninguno de estos necesita que los calientes.

Lo único que ganas al hacerlo es retrasar tu salida, pues los carros eléctricos e híbridos están listos para viajar en el mismo momento en el que los enciendes, incluso si la temperatura afuera te hace temblar, mientras que subirte al coche, encender el motor y ponerlo en marcha no solamente es la forma más rápida de calentar los sistemas que funcionan a base de gasolina, sino que también previene que sufran averías en el motor.

Eso sí, cuando la ciudad parece un enorme congelador de tanto frío que se siente afuera, viajar en el auto es poco divertido, primero, porque tus manos, mejillas, orejas y, bueno, básicamente todo tu cuerpo están helados. Luego, porque accionar el motor apenas te subes es sinónimo de rodar en un auto que de inicio responderá lento, por lo que tendrás que tratarlo con suavidad y llevarlo con mayor precaución, al menos durante los primeros minutos de manejo.

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