Hay un mito que corre entre pasillos, sobremesas y grupos de WhatsApp familiares: “Si no tienes buen crédito, jamás vas a conseguir un seguro barato”. Y claro, como todo buen mito, tiene un poco de verdad y un mucho de exageración.
Porque sí: en la mayoría de Estados Unidos, las aseguradoras revisan tu puntaje crediticio como si estuvieran evaluando si mereces la bendición de conducir sin hipotecar un riñón. Peeero (y aquí viene lo bueno), puedes estar tranquilo porque Sigo Seguros está aquí para enfocarse en lo que de verdad importa: cómo manejas, no cuánto debes en la tarjeta de crédito.
La lógica de las aseguradoras tradicionales es más o menos así: si no pagas tus deudas a tiempo, seguramente también serás irresponsable al manejar. Suena injusto, ¿no? Porque no es lo mismo olvidar pagar la luz que manejar sin frenos en la I-35.
Y, aunque parezca increíble, estudios muestran que hay una correlación estadística entre puntaje crediticio y reclamos de seguros. ¿La consecuencia? Muchos latinos, recién llegados o con historial crediticio limitado, terminan pagando tarifas altísimas aunque nunca hayan tenido un accidente.
Dejemos claro: el puntaje crediticio puede ser un factor en muchas aseguradoras, pero no es el único ni el más importante cuando eliges bien. Lo que sí mueve tu prima de forma contundente es:
- Tu historial de manejo: Tickets, choques, DUI… todo eso pesa más que tu score. Un historial limpio puede salvarte cientos de dólares al año.
- El tipo de cobertura que eliges: No es lo mismo contratar sólo responsabilidad civil que agregar colisión, robo y auto de reemplazo. Mientras más cobertura, más pagas (pero también más duermes tranquilo).
- La zona donde vives: Tu código postal es un factor clave. Houston no es lo mismo que Amarillo.
- El carro que manejas: Sí, tu troca gigante y blindada contra zombis va a costar más que un sedán sencillo. Las aseguradoras calculan el costo de repararlo o reemplazarlo.
- Tu edad y experiencia: Conductores jóvenes pagan más, no por maldad, sino porque estadísticamente se estrellan más. Con los años, la tarifa suele bajar (si manejas bien, claro).
Lo que NO debería afectarte (pero a veces sí)
- Tu estado migratorio: aunque no tengas seguro social, puedes y debes tener seguro de auto en Texas.
- Tu nivel de inglés: que no entiendas las letras chiquitas no significa que debas pagar más. (Por eso es vital tener aseguradoras que te expliquen en español).
Aquí está el plot twist. Mientras otras compañías te castigan por tu historial financiero, como dijimos antes, en Sigo Seguros nos enfocamos en lo que de verdad importa: tu forma de manejar.
Eso significa que incluso si acabas de llegar a Texas, si no tienes historial crediticio o si tu puntaje parece electrocardiograma en crisis, puedes conseguir un seguro accesible. Y todo sin que te hagan sentir que estás pidiendo un préstamo millonario.
¿Quieres la verdad incómoda? Muchas aseguradoras usan el crédito como excusa para inflarte la prima. No es que tu deuda con la tarjeta de la tienda de muebles vaya a provocar un choque, pero a ellas les encanta ponerle precio a tu “riesgo financiero”. Por eso, si sigues comparando seguros sólo con gigantes tradicionales, no te sorprendas si te tratan como si fueras culpable de todos los choques en tu barrio.
Así que, sí, tu crédito puede influir en tu seguro… pero no tiene por qué ser la condena eterna. Si manejas responsablemente, mantienes tu historial limpio y eliges una aseguradora que entiende tu realidad, como Sigo Seguros, el puntaje deja de ser un obstáculo.