Si vives en Estados Unidos, quizá ya te diste cuenta de que aquí casi todo deja rastro: tus compras, tus suscripciones… y sí, también cómo manejas. Y aunque muchos lo confunden con el crédito —porque en este país todo suena a crédito—, el driving record es un historial totalmente distinto que puede ser tu mejor amigo… o el chismoso que le cuenta todo a tu aseguradora.

Este historial no sólo sirve para presumir que manejas bien bonito. También determina cuánto pagas por seguro, si te aprueban ciertos trabajos, e incluso si tu licencia sigue siendo tuya o no. Así que vale la pena entenderlo sin dramas, pero con datos reales.

¿Qué es el driving record?

Es básicamente el expediente oficial de tu comportamiento al volante. Cada estado lo administra a través del Department of Motor Vehicles (DMV) o su equivalente (puede llamarse MVD, BMV, etc., porque cada estado es especial).

En tu historial aparecen cosas como:

  • Multas (tickets) que te hayan emitido.
  • Choques en los que hayas estado involucrado, especialmente si fuiste responsable.
  • Puntos en tu licencia, si tu estado usa este sistema.
  • Suspensiones, revocaciones o restricciones.
  • Violaciones graves, como DUI o conducir sin seguro.

Este registro no es un rumor: es información oficial y actualizada que las aseguradoras consultan antes de darte una cotización. Así que sí: tu driving record habla… y habla fuerte.

Tu historial de manejo empieza a existir desde el momento en que obtienes tu licencia de conducir en un estado. A partir de ese día, todo lo que hagas al volante (lo bueno, lo malo y lo que juraste nunca recordar) se va guardando.

Los estados actualizan este registro cada vez que:

  • Te emiten un ticket.
  • Se procesa un reporte de accidente.
  • Un oficial notifica una infracción.
  • Una corte determina responsabilidad.
  • El DMV aplica puntos o sanciones.

No necesitas abrirlo, dar de alta ni hacer nada especial. Simplemente se va construyendo mientras manejas. Como tu historial de WhatsApp… pero este sí tiene consecuencias.

Buena noticia: todos los estados permiten consultarlo. Mala noticia: cada uno lo hace “a su manera”.

Generalmente puedes obtenerlo por tres vías:

1. En línea: La mayoría de los estados ofrece reportes en la página del DMV. Suelen cobrar entre $5 y $25, dependiendo de qué tan detallado lo quieras.

2. En persona en el DMV: Ideal para quienes disfrutan pasar una mañana entera en la fila (y con sillas incómodas). También cobran, pero es rápido si ya estás ahí por otro trámite.

3. Por correo: Lento, pero útil si necesitas una copia certificada.

OJO: Hay páginas privadas que te ofrecen “ver tu driving record en minutos”. Evítalas. Tu información personal y tus datos de licencia deben manejarse sólo con fuentes oficiales estatales.

Cómo influyen los tickets, choques y puntos en tu récord

Aquí viene la parte donde duele.

Tickets (infracciones): No todos los tickets pesan igual. Un ticket por ir un poco rápido puede agregar puntos o solo quedar registrado. Pero violaciones graves, como ignorar un alto o manejar distraído, pueden subir tus tarifas de seguro por años.

Choques: Si fuiste responsable, se registra y afecta directamente tu riesgo ante las aseguradoras. Aunque algunas empresas perdonan un primer accidente, tu historial no lo olvida tan rápido. Si no fuiste responsable, el accidente puede aparecer, pero no debería afectarte en temas de puntos o sanciones.

Puntos en la licencia: Muchos estados usan un sistema de puntos. Ejemplos (en general):

  • 1–3 puntos por exceso de velocidad.
  • Más puntos por violaciones peligrosas.
  • Los puntos acumulados pueden llevar a suspensiones temporales.

Los puntos normalmente expiran después de 1 a 3 años, según la legislación estatal. No existe un “borrón y cuenta nueva” instantáneo, pero sí hay formas reales, legales y verificables de mejorar tu récord con el tiempo.

1. Cursos de manejo defensivo: Muchos estados permiten “bajar puntos” o eliminar un ticket de tu récord si tomas un curso aprobado. Suelen ser en línea, duran unas horas y cuestan entre $20 y $50.

2. Tiempo (el mejor borrador): La mayoría de las infracciones menores salen de tu récord entre 2 y 5 años. Las graves (como DUI) pueden quedarse 7–10 años o más.

3. Conducir impecablemente: Cada año sin infracciones mejora tu evaluación de riesgo ante las aseguradoras.

4. Revisar que no haya errores: Sí, los sistemas fallan. Si ves una multa que ya pagaste o un ticket que no es tuyo, puedes disputar el registro directamente con el DMV.

Las aseguradoras calculan sus precios en función del riesgo, y tu driving record es básicamente tu “currículum de conductor”. Un historial limpio te da tarifas más bajas; uno complicado hace que las primas suban sin miedo al éxito.

Factores clave que las aseguradoras verifican:

  • Tickets recientes
  • Accidentes donde fuiste responsable
  • Puntos activos
  • Suspensiones o manejo sin seguro

Tu historial de manejo no es una sentencia eterna. Es un registro vivo que se puede mejorar con tiempo, responsabilidad y uno que otro curso obligatorio. La clave es conocerlo, revisarlo periódicamente y entender cómo juega a tu favor o en tu contra.

En Estados Unidos, manejar bien no sólo te evita multas: también te ahorra cientos de dólares al año en seguros. Entender este tema es una ventaja enorme. Al final, tu récord de manejo puede ser el protagonista o el villano… pero tú decides.