La escena se repite cada año: mochilas con ruedas, uniformes aún planchados, padres que corren con el reloj en mano, buses escolares saltando de parada en parada… y tráfico, mucho tráfico. Con el regreso a clases también vuelve ese caos matutino (y vespertino), donde una distracción puede costar caro. ¡Sigo Seguros te acompaña en esos días de vuelta a la rutina! Aquí te compartimos consejos de seguridad vial para proteger a los tuyos y evitar dramas en la carretera.

Precauciones al conducir en zonas escolares

  1. Reduce la velocidad: Las zonas escolares tienen límites de velocidad reducidos en los horarios de entrada y salida de clases por una razón: los niños son impredecibles. Unos metros más rápido no son nada si atropellas la línea de llegada. 
  2. Obedece las señales y semáforos escolares: Señales luminosas parpadeando, cruces peatonales, guardias escolares: parece obvio, pero muchos a veces conducen como si esos avisos fueran decorativos. Si ves luces intermitentes en señal de zona escolar, aminora. Si hay guardias o personas regulando el tráfico, haz lo que digan. 
  3. No pases al autobús escolar cuando esté deteniéndose: En los 50 estados está prohibido pasar un autobús cuando está con luces rojas y brazo de pare extendido. Ni de atrás, ni de frente en carreteras sin división central. Hay muchos accidentes por ignorar esto.
  4. Evita distracciones al volante: ¿Teléfono? Música alta? GPS ajustándose solo? Deja todo eso antes de entrar a zonas escolares. Ni siquiera pienses en mandar un mensaje de texto: unas décimas que desvíes la vista pueden ser la diferencia entre frenarte bien o un penoso accidente.
  5. Ten especial cuidado en cruces peatonales y paradas de autobús: Los niños bajan o suben, cruzan sin mirar, a veces salen entre autos. Siempre detente si hay algún cruce, aunque no veas gente en ese momento. Mejor pecar de precavido que lamentar. 
  6. Planifica el “pick-up” y “drop-off”: No te pongas a estacionar justo donde lo plazca; muchos colegios tienen zonas designadas para dejar o recoger. Úsalas. Evitarás que los niños crucen de lugares peligrosos o que tú seas parte del atasco innecesario. 

¿Te toca llevar a tus hijos en el auto? 

  • Sal con tiempo: Si puedes evitar el apuro, evítalo. Llegar cinco minutos antes en lugar de jugar “a ver si llego justo a tiempo” reduce errores por prisas.
  • Asegúrate de que el auto esté en buenas condiciones: Frenos, llantas, luces, espejos: revisa que todo funcione. Un fallo mecánico en una zona escolar puede ser catastrófico.
  • Que los niños sepan cómo salir del auto con seguridad: Demandas absurdas ocurren cuando un niño baja del coche y cruza detrás de otros autos, entre vehículos, sin mirar. Enseña que espere a ver si los autos están parados, que use la puerta de la acera, etc.
  • Estaciona legalmente: Nada de dejar el auto en doble fila o invadiendo cruces peatonales. Además de ser peligroso, puede costarte multa.
  • Enseña con el ejemplo: Todos somos culpables de ignorar señales o pisar un poco más el acelerador cuando nadie nos ve. Los niños aprenden observando. Si tú respetas, ellos lo verán como algo normal.
  • Mantén tu seguro de auto actualizado: Tu póliza debe reflejar quiénes conducen, dónde se estaciona, qué tipo de uso tiene el auto, etc. Si tienes un hijo que ya tiene permiso o licencia, debe estar incluido en la póliza. Si no, puede que te nieguen el pago en caso de accidente.
  • Coberturas básicas legales: En la mayoría de los estados se exige al menos cobertura de responsabilidad civil (“liability”) para daños a terceros (propiedad, lesiones). Si eres dueño del auto y permites que un adolescente lo conduzca, corres riesgos legales aún si tú no estabas manejando.
  • Evita sorpresas costosas: Si tienes una póliza vieja, datos desactualizados o alguien conduciendo que no esté registrado, puedes enfrentarte a fuertes deducibles, coberturas denegadas, o problemas legales. En temporada de regreso a clases, con más tráfico, más riesgo, más probabilidades de choque. Mejor estar protegido.

Volver a clases trae emoción: reencontrarse con amigos, nuevos retos, libros por descubrir y aprender… pero también trae más autos, más niños en la calle, más posibilidades de desastre si no hay precaución. No dejes que ese regreso sea traumático por algo que se pudo prever: respeta las zonas escolares, conduce con conciencia, mantén tu seguro en regla, y enseña a tus hijos que los riesgos no son cuentos.